Vivir de alquiler implica enfrentarse a diversos escenarios, y uno de los más comunes es la venta de la vivienda por parte del propietario.
¿Pero qué ocurre con el contrato de alquiler en esta situación? Examinemos detenidamente los derechos e implicaciones legales que rodean este escenario.
Derechos del propietario al vender la vivienda
Es crucial comprender que el propietario tiene el derecho legítimo de vender su vivienda, pero está sujeto a ciertas normativas para hacerlo.
Aspectos como la notificación previa y el derecho de adquisición preferente del inquilino son requisitos que deben cumplirse rigurosamente.
¿Puede el propietario obligar al inquilino a recibir visitas de posibles compradores?
En el caso de que el inquilino no desee adquirir la vivienda, el propietario puede venderla a un tercero. Sin embargo, es esencial destacar que el arrendador no puede obligar al inquilino a recibir visitas de posibles compradores.
¿Qué sucede con el contrato de alquiler después de la venta?
Una vez que la vivienda ha sido vendida, surge la interrogante sobre la vigencia del contrato de alquiler y si los inquilinos deben abandonar la propiedad ante el cambio de propietarios.
Fotocasa, un portal especializado, presenta cuatro situaciones posibles.
1. Contrato y vivienda inscritos en el Registro de la Propiedad
Si tanto la vivienda como el contrato están inscritos en el Registro de la Propiedad, el inquilino tiene el derecho de continuar ocupando la propiedad hasta la finalización del contrato. Este registro proporciona ventajas tanto al propietario como al inquilino.
2. Vivienda inscrita, contrato no registrado
Cuando la vivienda está inscrita pero el contrato no lo está, el inquilino puede permanecer en la propiedad hasta el cumplimiento de los plazos legales (5 años si el arrendador es persona física y 7 si es persona jurídica).
El nuevo propietario debe respetar el contrato, indemnizando al inquilino con una mensualidad por cada año restante.
3. Ni vivienda ni contrato registrados
En el caso de que ni la vivienda ni el contrato estén inscritos en el Registro de la Propiedad, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) dicta que el nuevo propietario puede dar por finalizado el contrato, a menos que exista una cláusula que lo obligue a respetarlo.
El inquilino debe abandonar la vivienda con un preaviso de 3 meses, pero tiene derecho a ser indemnizado.
4. Vivienda con hipoteca
Cuando la vivienda tiene una hipoteca y el propietario no puede cumplir con los pagos, el banco puede proceder al embargo.
Aunque la propiedad cambie de manos, el contrato de alquiler sigue vigente, especialmente si el nuevo titular es una entidad bancaria, y el inquilino puede mantenerse en la vivienda hasta los 7 años.
Navegando por las agitadas aguas legales del alquiler
La venta de una vivienda en alquiler implica un complejo entramado legal. Comprender los derechos y obligaciones tanto del propietario como del inquilino es esencial para garantizar una transición sin contratiempos.
Recuerda que la información proporcionada es de carácter general y se recomienda consultar con asesoría legal para obtener detalles específicos y actualizados.