El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) ha anunciado una nueva prestación dirigida específicamente a las amas de casa mayores de 65 años en España.
Este reconocimiento llega como respuesta a la labor fundamental que desempeñan estas mujeres en el cuidado del hogar y la familia, a menudo sin reconocimiento ni compensación económica.
La realidad de las amas de casa y las pensiones no contributivas
Para muchas mujeres que han dedicado su vida al cuidado del hogar y la familia, el acceso a una pensión de jubilación puede parecer un horizonte lejano y desalentador.
La falta de cotizaciones a la Seguridad Social, requisito esencial para optar por una pensión contributiva, deja a estas amas de casa en una situación vulnerable en su etapa de jubilación.
¿En qué consisten las pensiones no contributivas?
Las pensiones no contributivas son una alternativa vital para aquellos que no han podido acumular las cotizaciones necesarias para una pensión tradicional.
Estas prestaciones, gestionadas por el IMSERSO, están diseñadas para brindar apoyo financiero a quienes llegan a la edad de retiro sin haber alcanzado los requisitos para una pensión convencional.
Requisitos y condiciones para acceder a la pensión no contributiva
Acceder a una pensión no contributiva implica cumplir una serie de requisitos establecidos por la Seguridad Social.
Además de tener más de 65 años y residir en España durante al menos 10 años, se requiere que al menos dos de esos años sean consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud de la prestación.
La evaluación de las rentas también es un factor determinante. En el caso de vivir solo, las rentas anuales no deben superar los 6.784,54 euros.
Si se convive con otras personas, el límite varía según el número de miembros en la unidad familiar y su relación con el solicitante.
- Para dos convivientes: 11.533,72 euros.
- Para tres convivientes: 16.282,90 euros.
- Para cuatro convivientes: 21.032,08 euros.
Estos requisitos y condiciones aseguran que las pensiones no contributivas lleguen a quienes realmente las necesitan, garantizando así una calidad de vida digna para los beneficiarios.
En resumen, la nueva pensión para amas de casa mayores de 65 años representa un paso importante hacia el reconocimiento y la protección de quienes han dedicado su vida al cuidado del hogar y la familia, proporcionando un sustento vital en su etapa de jubilación.