La Seguridad Social confirma que las enfermedades comunes, ajenas a la actividad laboral, pueden derivar en una incapacidad permanente y, por ende, en el derecho a recibir una pensión.
Este tipo de enfermedades, junto con las profesionales, accidentes de trabajo y no laborales, son las principales causas de invalidez reconocidas por el ente público.
¿Qué se considera enfermedad común?
Las enfermedades comunes abarcan cualquier afección originada por causas no vinculadas a la actividad laboral habitual.
Desde cardiopatías hasta trastornos psiquiátricos o cáncer, estas condiciones, aunque no sean tan evidentes como un resfriado, pueden resultar en una incapacidad permanente. Los grados de incapacidad varían:
- Parcial: el trabajador puede continuar laborando, pero con un rendimiento disminuido en más del 33%.
- Total: el trabajador no puede desempeñar ninguna actividad de su ocupación habitual, pero puede trabajar en otro ámbito.
- Total cualificada: requiere asistencia para ciertas actividades diarias, aunque puede realizar algún trabajo.
- Absoluta: la persona no puede trabajar y necesita asistencia para actividades diarias.
- Gran invalidez: supone una dependencia total de terceros para todas las actividades.
Requisitos para obtener la pensión por incapacidad permanente
Los solicitantes deben cumplir ciertos requisitos, incluyendo un periodo mínimo de cotización y estar dados de alta en la Seguridad Social.
Los trabajadores menores de 31 años deben haber cotizado al menos un tercio del tiempo desde los 16 años hasta la fecha de la enfermedad.
Para los mayores de 31 años, se requiere una cotización mínima, así como haber cotizado un quinto del periodo entre los 20 años y la fecha de la enfermedad durante los últimos 10 años laborales. Además, no deben haber alcanzado la edad de jubilación ordinaria.
Así se realiza el pago de la pensión por enfermedad común
En caso de incapacidad permanente por enfermedad común, la pensión se paga en 14 pagas, con 12 mensuales y dos extraordinarias en junio y noviembre. Sin embargo, si la incapacidad es debida a una contingencia profesional, las dos pagas extras se prorratean y se cobran en 12 pagas.
Estos procesos y requisitos son fundamentales para comprender cómo obtener y recibir una pensión por incapacidad permanente debido a una enfermedad común, asegurando que los trabajadores afectados reciban la asistencia económica necesaria.