El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha expresado su preocupación ante la postura de la patronal respecto a la aprobación de la reducción de la jornada laboral en España.
Según sus declaraciones, la CEOE no permitirá ningún acuerdo al respecto hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo, programadas para el próximo 9 de junio.
Esta postergación responde, según Álvarez, a la reticencia de la patronal a que el tema pueda tener un impacto electoralista.
El Ministerio de Trabajo había adelantado la intención de discutir un texto formal sobre la reducción de la jornada laboral en las próximas semanas, involucrando a los sindicatos y a la patronal.
Sin embargo, Pepe Álvarez ha desestimado que este acuerdo sea inminente, argumentando la negativa de la CEOE a abordarlo antes de las elecciones europeas.
¿Por qué la CEOE pospone el acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral?
La CEOE, según lo expresado por Pepe Álvarez, busca evitar que la discusión sobre la reducción de la jornada laboral se convierta en un tema electoralista, similar a lo sucedido con la aprobación de la reforma del subsidio por desempleo.
Esta postura refleja la cautela de la patronal frente a posibles repercusiones políticas.
¿Cuáles son las perspectivas de un acuerdo para la reducción de la jornada laboral?
A pesar de las dificultades, Pepe Álvarez mantiene la esperanza de que se alcance un acuerdo en junio.
Sin embargo, ha manifestado que no revelarán en detalle las posiciones de los agentes sociales, con el fin de preservar el proceso de negociación.
Por otro lado, se destaca que la reducción de la jornada laboral, de 40 a 38,5 horas semanales en 2024 y a 37,5 horas en 2025, se implementará sin afectar los salarios, beneficiando a alrededor de 12 millones de trabajadores asalariados.
Esta medida representa un avance significativo en el ámbito laboral español, aunque su aprobación se vea pospuesta temporalmente debido a consideraciones políticas.
Importancia de llegar a un acuerdo
UGT y CCOO mantienen una mesa de diálogo con la patronal, así como con el Ministerio de Trabajo, con el objetivo de alcanzar un acuerdo satisfactorio para todas las partes involucradas.
En resumen, aunque la postura de la patronal retrase la aprobación de la reducción de la jornada laboral, persiste la confianza en que, eventualmente, se logre un consenso que beneficie tanto a los trabajadores como a los empleadores.