El sector del transporte en España enfrenta una grave escasez de conductores de camión, un problema que ha visto un aumento significativo en los últimos dos años.
Según un informe reciente de la Organización Internacional para el Transporte por Carretera (IRU), a finales de 2023 se registraron 30,000 vacantes en el sector, lo que representa un 7% de la fuerza laboral.
Escasez de conductores de camión en España: Un problema creciente
Este incremento del 60% en las posiciones sin cubrir en comparación con 2021, cuando había 18,000 vacantes, refleja una crisis que preocupa tanto a las empresas como a las asociaciones del sector.
Este déficit no es exclusivo de España, ya que países como Alemania, Polonia, Rumanía, Francia e Italia enfrentan desafíos similares.
En toda la Unión Europea, junto con Noruega y Reino Unido, se necesitan más de 233,000 conductores profesionales, equivalentes a un 7% de las posiciones sin cubrir.
Las proyecciones de la IRU no son alentadoras, pues se espera que las vacantes en Europa alcancen las 745,000 para 2028 debido a la alta tasa de jubilaciones en el sector.
Una de las principales causas de esta escasez es el envejecimiento de la fuerza laboral. Actualmente, un tercio de los conductores de camión tiene más de 55 años y se prevé que se jubilen en los próximos diez años.
En contraste, menos del 5% de los conductores tiene menos de 25 años, lo que evidencia un relevo generacional insuficiente.
¿Por qué escasean los conductores de camión en España?
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), miembro de la IRU, ha expresado su preocupación por esta situación, señalando que la escasez de conductores pone en riesgo la cadena de suministro y el comercio exterior.
El 75% de las exportaciones de España hacia la Unión Europea se realizan por carretera, lo que subraya la importancia crítica de contar con una fuerza laboral adecuada en el sector del transporte.
El proceso de obtención del carné de conducir es identificado como una barrera significativa. La formación necesaria para obtener el Certificado de Aptitud Profesional (CAP) puede superar los 4,000 euros, lo que desincentiva a muchos potenciales conductores.
Por esta razón, Astic y otras asociaciones del sector, como Fenadismer, proponen vincular la obtención del carné de conducir al sistema educativo reglado y abogan por la financiación parcial o total de los costos de formación.
Además, para mitigar la escasez, algunas empresas han comenzado a contratar conductores de otros países de la Unión Europea y de terceros países, principalmente de África y Latinoamérica.
Los ministerios de Transportes, Seguridad Social e Interior están colaborando para facilitar la contratación de conductores extranjeros, permitiendo que aquellos con permisos de conducción válidos puedan trabajar en España, incluso sin el CAP inicial.
¿Qué medidas se están tomando para resolver el problema?
El Gobierno ha implementado una medida que otorga permisos de residencia y trabajo de dos años a quienes cursen el CAP, lo que ha facilitado la contratación de conductores de países como Marruecos, Perú, Cuba y Argentina.
Esta iniciativa ha sido bien recibida por las empresas de transporte, ya que les permite acceder a un nuevo grupo de trabajadores para cubrir las vacantes.
La IRU, en su informe, recomienda que los gobiernos desempeñen un papel activo en la eliminación de barreras de entrada al sector y en la mejora de las condiciones laborales de los conductores.
Esto incluye facilitar el acceso de los jóvenes al mercado laboral y mejorar las condiciones de descanso para hacer la profesión más atractiva.
Más del 70% de las empresas europeas de transporte ya están implementando medidas para retener y atraer conductores, pero se requiere un esfuerzo coordinado a nivel gubernamental para abordar la raíz del problema.
¿Cuál es el futuro del sector del transporte en España?
Las proyecciones indican que la situación podría empeorar antes de mejorar. Con la jubilación de una gran parte de la fuerza laboral en la próxima década, la brecha en el número de conductores podría aumentar significativamente.
Esto no solo afectará al transporte de mercancías, sino que también podría tener repercusiones económicas más amplias, afectando a la cadena de suministro y al comercio exterior.
Para evitar un colapso en el sector, es esencial implementar políticas efectivas que atraigan a los jóvenes a la profesión y que faciliten la contratación de conductores extranjeros.
La colaboración entre el gobierno y las asociaciones del sector será crucial para desarrollar soluciones sostenibles a largo plazo.
En conclusión, la escasez de conductores de camión en España es un problema complejo que requiere una respuesta multifacética.
A través de medidas educativas, financieras y regulatorias, se puede trabajar hacia un futuro en el que el sector del transporte cuente con una fuerza laboral adecuada para satisfacer la demanda creciente y mantener la eficiencia de la cadena de suministro.