El Ministerio de Trabajo de España, liderado por Yolanda Díaz, ha propuesto regular por ley el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
El objetivo de esta medida es que el SMI equivalga siempre al 60% del salario medio en el país. Para lograrlo, se convocará a una comisión de expertos en septiembre con el fin de asegurar que este salario mínimo se cumpla independientemente del partido en el poder.
Según Díaz, la incorporación de esta norma busca que el SMI no dependa de decisiones gubernamentales futuras.
La implementación de esta regulación ha generado preocupación entre los autónomos, quienes ven cómo sus costes podrían incrementarse significativamente.
La intención del Ministerio es establecer un mecanismo legal similar al de la reforma de las pensiones, garantizando la revalorización anual del SMI.
Esto significa que, sin necesidad de negociaciones, el salario mínimo aumentaría automáticamente hasta alcanzar el 60% del salario medio español, siguiendo las recomendaciones de la Carta Social Europea.
¿Cuánto aumentarán los costes para los autónomos?
Según el portal ‘Autónomos y Emprendedores’, la subida automática del SMI podría incrementar los costes de los trabajadores autónomos entre un 2% y un 5% cada año.
Este cálculo se basa en los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran aumentos anuales en los salarios entre el 2,9% y el 4,1%.
Así, si el SMI se regulara por ley, es probable que su aumento anual sea proporcional al incremento de los sueldos, hasta alcanzar el objetivo del 60% del salario medio.
En los últimos seis años, el SMI ha experimentado un aumento del 54%, lo que se traduce en un coste adicional de 354 euros mensuales por empleado, o casi 5.000 euros anuales, sin contar con las cotizaciones, que también han aumentado considerablemente.
Este escenario plantea un desafío significativo para los autónomos, que deberán ajustar sus presupuestos para afrontar estos incrementos.
¿Cómo se implementará la regulación del SMI?
El plan del Ministerio de Trabajo incluye cerrar la próxima subida del SMI antes de que finalice el año, con entrada en vigor en 2025.
Este proceso se llevará a cabo previsiblemente entre enero y febrero, siguiendo el calendario de las últimas subidas.
La regulación del SMI por ley busca asegurar una revalorización constante y automática, eliminando la necesidad de negociaciones anuales y proporcionando una mayor estabilidad a los trabajadores.
La comisión de expertos, convocada en septiembre, será la encargada de diseñar el mecanismo legal para implementar esta medida.
El objetivo es que el SMI alcance el 60% del salario medio, siguiendo las directrices de la Carta Social Europea.
Este enfoque garantizará que los aumentos se realicen de manera automática, proporcionando una mayor predictibilidad tanto para los empleados como para los empleadores.
¿Qué implicaciones tiene para los autónomos?
Para los autónomos, la regulación del SMI implica una serie de desafíos. El aumento de los costes laborales puede impactar negativamente en sus márgenes de beneficio, especialmente para aquellos con empleados a su cargo.
La necesidad de ajustar los presupuestos para cubrir los incrementos salariales puede resultar en la necesidad de reducir otros gastos o incluso de aumentar los precios de sus productos o servicios.
Además, el incremento de las cotizaciones sociales, que suelen acompañar a las subidas del SMI, añade una carga adicional para los autónomos.
Estos incrementos pueden dificultar la sostenibilidad de algunos negocios, especialmente aquellos con márgenes de beneficio más estrechos.
Es crucial que los autónomos se preparen adecuadamente para estos cambios, evaluando sus finanzas y planificando estrategias para mitigar el impacto de los incrementos salariales.
En resumen, la regulación del SMI por ley que propone el Ministerio de Trabajo tiene como objetivo asegurar una revalorización constante y automática del salario mínimo, alcanzando el 60% del salario medio en España.
Sin embargo, esta medida plantea desafíos significativos para los autónomos, que verán incrementados sus costes laborales entre un 2% y un 5% anualmente.
Es fundamental que los trabajadores por cuenta propia se preparen adecuadamente para estos cambios, ajustando sus presupuestos y estrategias financieras para mitigar el impacto de los incrementos salariales y de cotizaciones.