La jubilación anticipada es una opción disponible para los trabajadores en España que cuentan con un grado de discapacidad reconocido.
Esta modalidad permite retirarse del mercado laboral antes de alcanzar la edad ordinaria de jubilación, que actualmente está fijada en los 66 años y 6 meses o 65 años para aquellos con al menos 38 años cotizados a la Seguridad Social.
Gracias a una reciente reforma, las condiciones para acceder a la jubilación anticipada por discapacidad han mejorado significativamente.
El Gobierno aprobó el Real Decreto 370/2023, que modifica el Real Decreto 1851/2009, facilitando el acceso a la jubilación anticipada para personas con discapacidad.
Este cambio permite a los trabajadores con un grado de discapacidad igual o superior al 45% jubilarse a partir de los 52 años, sin perder el 100% de su pensión.
Además, se ha reducido el tiempo de cotización necesario de 15 a 5 años para poder beneficiarse de esta medida, siempre que se cumplan todos los requisitos.
¿Quién puede acceder a la jubilación anticipada por discapacidad?
Para poder acceder a la jubilación anticipada, es necesario que las personas trabajadoras, tanto por cuenta propia como ajena, estén incluidas en cualquier régimen de la Seguridad Social y acrediten un periodo mínimo de cotización de 15 años.
Con la nueva normativa, solo se requieren 5 años de cotización bajo un grado de discapacidad del 45% o superior, siempre que esta discapacidad esté relacionada con alguna de las enfermedades discapacitantes recogidas en el ANEXO I del Real Decreto.
Estas enfermedades deben estar acreditadas mediante un informe médico del IMSERSO o del órgano competente de la comunidad autónoma.
Las enfermedades discapacitantes incluyen, entre otras, discapacidad intelectual, parálisis cerebral, síndrome de Down, trastornos del espectro autista y esclerosis múltiple.
¿Qué edad necesito para jubilarme según mi grado de discapacidad?
La edad de jubilación varía en función del grado de discapacidad del trabajador. Aquellos con un grado de discapacidad igual o superior al 45% pueden jubilarse a los 56 años.
Sin embargo, si el grado de discapacidad es igual o superior al 65%, los trabajadores pueden jubilarse a partir de los 52 años.
Además, si necesitan la ayuda de una tercera persona para realizar actividades esenciales de la vida diaria, pueden beneficiarse de coeficientes reductores adicionales que pueden adelantar aún más la edad de jubilación.
Para los trabajadores con una discapacidad del 45%, al menos una parte de la discapacidad debe estar relacionada con una de las enfermedades mencionadas anteriormente.
No es necesario que toda la discapacidad se deba a una sola enfermedad, pero sí que una parte significativa lo esté.
¿Cuáles son los coeficientes reductores para la edad de jubilación?
En el caso de las personas con un grado de discapacidad igual o superior al 65%, se aplican los siguientes coeficientes para reducir la edad de jubilación:
- Coeficiente del 0,25: Si el trabajador acredita un grado de discapacidad igual o superior al 65%, su edad ordinaria de jubilación se reduce en un periodo equivalente al que resulte de aplicar este coeficiente al tiempo efectivamente trabajado.
- Coeficiente del 0,50: Si además de un grado de discapacidad igual o superior al 65%, el trabajador necesita la ayuda de una tercera persona para actividades esenciales de la vida diaria, se aplica este coeficiente al tiempo efectivamente trabajado, reduciendo aún más la edad de jubilación.
¿Cómo acreditar la discapacidad y cumplir con los requisitos?
Para acceder a la jubilación anticipada, los trabajadores deben acreditar su discapacidad mediante un informe médico oficial.
Este informe debe ser emitido por el IMSERSO o por el órgano competente de la comunidad autónoma correspondiente.
Además, es necesario cumplir con el requisito de cotización de 5 años con un grado de discapacidad del 45% o superior dentro del total de 15 años cotizados.
Los trabajadores deben asegurarse de que su enfermedad discapacitante esté recogida en el ANEXO I del Real Decreto.
Este anexo incluye una lista detallada de enfermedades, como síndrome de Prader Willi, osteogénesis imperfecta, esquizofrenia, entre otras.
Es fundamental contar con la documentación adecuada y cumplir todos los criterios establecidos para poder beneficiarse de la jubilación anticipada por discapacidad.
¿Qué ventajas ofrece la jubilación anticipada por discapacidad?
La jubilación anticipada por discapacidad permite a los trabajadores retirarse antes de la edad ordinaria de jubilación sin perder el 100% de su pensión.
Esta medida es especialmente beneficiosa para aquellos con enfermedades discapacitantes que dificultan su capacidad para continuar trabajando.
Además, la reducción del periodo de cotización necesario facilita el acceso a la jubilación anticipada para un mayor número de personas.
Con la aprobación del Real Decreto 370/2023, el Gobierno ha mejorado las condiciones para la jubilación anticipada de personas con discapacidad, proporcionando un mayor apoyo a este colectivo.
Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también reconoce las dificultades adicionales que enfrentan en el ámbito laboral.
En resumen, la jubilación anticipada por discapacidad en España es una opción viable y beneficiosa para aquellos que cumplen con los requisitos establecidos.
Es importante estar bien informado y contar con la documentación necesaria para acceder a este derecho.
Con las recientes reformas, más trabajadores con discapacidad podrán beneficiarse de una jubilación anticipada, asegurando una transición más justa y adecuada hacia la vida post-laboral.