Hacienda ha anunciado importantes modificaciones en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para pensionistas a partir de enero de 2024.
Esta noticia impactará positivamente a más de 10 millones de pensionistas en España que reciben una pensión contributiva.
A continuación, se detallan las últimas actualizaciones.
Incremento de pensiones y fin del IRPF para pensionistas
El próximo año se vislumbra como una grata sorpresa para los pensionistas, gracias a la reciente subida de las pensiones y la eliminación del IRPF para este grupo específico.
Este cambio representa un paso hacia la tranquilidad financiera, ya que los pensionistas estarán exentos de este impuesto, eliminando así la obligación de pagarlo.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es crucial en el sistema tributario, gravando los rendimientos de trabajo y otros ingresos. Su eliminación para los pensionistas significa un alivio significativo y refleja un esfuerzo por simplificar la carga fiscal para este sector de la población.
¿Quiénes no deben declarar en 2024?
Aunque en términos generales, todos los ciudadanos españoles, incluidos los pensionistas, están obligados a pagar impuestos, existe un grupo específico exento del IRPF según el artículo 7 de la Ley 35/2006 sobre el IRPF.
Aquellas personas que reciben pensiones contributivas de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez no tendrán la obligación de pagar IRPF.
Esto se aplica también a otras categorías, como pensiones por incapacidad permanente o inutilidad (Régimen de Clases Pasivas) que incapaciten para cualquier profesión.
Además, prestaciones relacionadas con nacimientos, cuidado de menores, pensiones y haberes pasivos de orfandad a favor de nietos y hermanos menores de 22 años o incapacitados para todo trabajo también están exentas. Lo mismo se aplica a pensiones derivadas de actos de terrorismo y pensiones de viudedad.
Es crucial que los pensionistas estén atentos al borrador de la declaración de la Renta para verificar la correcta aplicación de estas exenciones.
Aquellos con ingresos superiores a 22.000 euros anuales y un solo pagador seguirán obligados a declarar el IRPF, con un mínimo exento de tributación establecido en 14.000 euros.
Este cambio representa un avance significativo en el alivio fiscal para los pensionistas, proporcionando una mayor claridad y simplicidad en sus obligaciones tributarias.