Cuando los trabajadores alcanzan la edad de jubilación, esperan poder descansar de la actividad laboral y recibir una pensión contributiva de la Seguridad Social. Sin embargo, este proceso no es tan sencillo como cumplir con una cantidad determinada de años cotizados. A partir de 2025, incluso aquellos que hayan trabajado y cotizado durante 20 años podrían ver denegado su acceso a la pensión de jubilación debido a un requisito específico en la normativa vigente.
Este cambio ha generado inquietud, ya que muchos trabajadores podrían encontrarse con una negativa de la Seguridad Social a pesar de haber cumplido con un largo historial de cotización. ¿Por qué sucede esto? La respuesta se encuentra en los requisitos adicionales que exige la Ley General de la Seguridad Social.
Desde la implementación de la Ley 8/2015, la legislación no solo impone un periodo mínimo de cotización, sino también un periodo específico que debe cumplirse en los años previos a la solicitud de la jubilación. De no cumplirlo, es posible que la solicitud sea rechazada, a pesar de haber trabajado durante dos décadas.
¿Por qué no se puede cobrar la jubilación con 20 años cotizados en 2025?
El motivo principal de esta denegación se basa en el requisito de cotización específica que establece la Seguridad Social. Según la normativa, el trabajador debe haber cotizado un mínimo de 15 años para tener derecho a la pensión, pero al menos dos de esos años deben estar dentro de los 15 años anteriores a la solicitud de jubilación. Esto significa que no basta con acumular años de cotización de manera genérica; es necesario cumplir con esta condición específica en el periodo final de la vida laboral.
Además, la edad de jubilación está aumentando gradualmente. En 2025, los trabajadores con menos de 38 años y 3 meses cotizados tendrán que esperar hasta los 66 años y 8 meses para poder jubilarse. Esta situación complica aún más el acceso a la pensión ordinaria para aquellos que no hayan alcanzado este umbral de cotización o la edad correspondiente.
Por tanto, aunque una persona haya cotizado 20 años, si no cumple con estos requisitos específicos, la solicitud de jubilación podría ser rechazada.
¿Qué alternativas existen para acceder a una pensión?
Para quienes reciben una negativa de la Seguridad Social, existen opciones para mejorar la situación tanto en términos de aumentar los años cotizados como de incrementar la cuantía de la futura pensión. Entre estas alternativas, destacan las siguientes:
- Convenios especiales con la Seguridad Social: Esta opción permite que los trabajadores que ya no estén en activo puedan seguir cotizando de manera voluntaria para alcanzar el periodo mínimo exigido y evitar la exclusión de la pensión. Estos convenios especiales ayudan a completar los años necesarios sin necesidad de un empleo formal.
- Jubilación demorada: Si el trabajador está dispuesto a permanecer en el mercado laboral por más tiempo, optar por la jubilación demorada puede incrementar la pensión mensual, ya que se recompensa el tiempo adicional trabajado.
- Jubi lación activa Advertisement
Estas alternativas ofrecen una vía para mejorar el acceso a la jubilación y asegurar un ingreso en la etapa de retiro.
¿Qué pasos seguir si la Seguridad Social rechaza la jubilación?
En caso de que la Seguridad Social deniegue la solicitud de pensión, es posible reclamar la decisión siguiendo varios pasos:
- Reclamación ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS): Esta es la primera instancia a la que se puede acudir. El interesado debe presentar la reclamación dentro de los 30 días siguientes a la notificación del rechazo. El INSS tiene un plazo de 45 días para responder; en caso de no recibir respuesta, se interpreta como un rechazo por silencio administrativo.
- Reclamación judicial: Si la primera reclamación no obtiene resultados favorables, el trabajador puede presentar una reclamación ante el Juzgado de lo Social de su provincia. Esta instancia es una vía legal para que el solicitante pueda exigir la revisión de su caso y tratar de obtener una resolución favorable.
- Recursos a tribunales superiores: Finalmente, si las instancias previas fallan, el solicitante puede apelar ante el Tribunal Superior de Justicia de su Comunidad Autónoma o, en última instancia, ante el Tribunal Supremo. Esto es común en situaciones de rechazo persistente y es la última vía de apelación en el proceso de solicitud de jubilación.
Estas opciones proporcionan a los solicitantes un camino de reclamación para buscar una solución si su acceso a la pensión es denegado.
¿Qué sucede con la pensión no contributiva en caso de rechazo?
Para aquellos trabajadores que, a pesar de las alternativas, no logran acceder a la pensión contributiva, existe la pensión no contributiva del Imserso. Esta opción está destinada a personas con bajos recursos que no cumplen con el periodo mínimo de cotización requerido, permitiéndoles recibir una pensión para cubrir sus necesidades básicas.
La pensión no contributiva no requiere los mismos años de cotización que la contributiva, por lo que es una vía alternativa para quienes han trabajado sin poder acumular los años suficientes. Aunque el monto es menor que el de una pensión contributiva, puede ser un recurso importante para aquellas personas que enfrentan dificultades económicas en la tercera edad.
La jubilación en 2025 plantea nuevos retos para aquellos trabajadores que, a pesar de haber cotizado durante muchos años, no cumplen con los requisitos específicos exigidos por la Seguridad Social. La imposibilidad de jubilarse con 20 años cotizados en determinadas circunstancias obliga a los trabajadores a buscar alternativas, como la jubilación demorada o los convenios especiales.
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