¿Cómo calcular el finiquito y en qué se diferencia de la indemnización por despido?
Cuando finaliza una relación laboral, ya sea por despido, baja voluntaria o jubilación, la empresa está obligada a abonar al trabajador el llamado finiquito. Este documento incluye el salario correspondiente a los días trabajados, vacaciones pendientes y otros conceptos económicos que puedan estar pendientes de liquidar. Sin embargo, es habitual que se confunda este pago con la indemnización por despido, aunque ambos cumplen funciones diferentes.
Para calcular correctamente el finiquito, es fundamental conocer los elementos que lo integran y contar con herramientas como calculadoras específicas. Por otro lado, la indemnización por despido solo aplica en casos concretos, y su cálculo depende de factores como el tipo de despido y la antigüedad en la empresa.
A continuación, exploramos en detalle qué es el finiquito, cómo se calcula y en qué se diferencia de la indemnización, resolviendo las dudas más frecuentes sobre estos conceptos laborales clave.
¿Qué incluye el finiquito?
El finiquito es un documento que refleja la liquidación económica que la empresa debe realizar al trabajador cuando finaliza la relación laboral. Este pago es obligatorio y se aplica independientemente de la causa de la baja laboral. Entre los conceptos que incluye, destacan:
- Salario por los días trabajados: corresponde a la parte proporcional del mes en curso.
- Vacaciones pendientes: días no disfrutados que el trabajador ha acumulado.
- Horas extras: si las hubiera realizado y no hubieran sido abonadas previamente.
- Pagas extraordinarias: en caso de no haber sido prorrateadas, se incluye la parte proporcional devengada.
- Bonificaciones o beneficios: si están pendientes de pago.
El resultado puede ser positivo o negativo para el trabajador, dependiendo de si, por ejemplo, ha disfrutado más vacaciones de las generadas hasta el momento del cese.
¿Cómo se calcula el finiquito?
Para calcular el finiquito, es esencial sumar los conceptos mencionados. Desde plataformas como Euroinnova explican que es clave considerar:
- Salario proporcional: si un trabajador gana 1.500 euros al mes y trabaja 15 días, debe calcularse el valor diario multiplicado por los días trabajados.
- Vacaciones no disfrutadas: si quedan 5 días pendientes y el salario diario es de 50 euros, se suman 250 euros al cálculo total.
- Pagas extra: si no han sido prorrateadas, se añade la parte proporcional acumulada.
Aunque parece complejo, herramientas como calculadoras de finiquito facilitan enormemente el proceso.
¿Qué diferencias existen entre el finiquito y la indemnización?
Mientras que el finiquito es un pago obligatorio en todas las bajas laborales, la indemnización por despido se aplica solo en casos específicos. Esta última es una compensación económica para el trabajador, cuya finalidad es mitigar el impacto del despido.
La indemnización varía según el tipo de despido y la antigüedad del trabajador:
- Despido objetivo: se abonan 20 días de salario por año trabajado, con un límite de 12 mensualidades.
- Despido improcedente: corresponde a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Si el contrato es anterior a 2012, pueden aplicarse 45 días por año trabajado.
- Despido colectivo: 20 días por año trabajado, también con un tope de 12 mensualidades.
- Finalización de contrato: en contratos temporales, la indemnización suele ser de 12 días por año trabajado, salvo excepciones.
Por su parte, un trabajador que presenta una baja voluntaria no tiene derecho a indemnización, salvo en situaciones como incumplimientos graves de la empresa.
¿Qué derechos tienes como trabajador?
Es fundamental que los empleados conozcan sus derechos para asegurarse de recibir el pago que les corresponde. La normativa laboral española, recogida en el Estatuto de los Trabajadores, establece de forma clara cuándo y cómo deben abonarse tanto el finiquito como la indemnización.
En caso de discrepancia, los trabajadores pueden acudir al Juzgado de lo Social para reclamar los importes que consideren justos. Contar con asesoramiento legal, como el de abogados especializados en derecho laboral, puede ser clave para resolver conflictos de manera efectiva.
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