En una decisión que marcará un hito en las políticas laborales, el salario mínimo interprofesional (SMI) experimentará un aumento del 5% en 2024, como resultado de un acuerdo bipartito entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos.
La revalorización, efectiva retroactivamente desde el 1 de enero, elevará la renta mínima de los actuales 1.080 euros mensuales a los nuevos 1.134 euros en 14 pagas anuales.
Un incremento significativo para mejorar las condiciones salariales
Este aumento, que beneficiará a aproximadamente 2.5 millones de personas, se produce después de arduas negociaciones entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, que abogaban inicialmente por un incremento del 8%.
Sin embargo, tras intensos debates, se llegó a un consenso del 5%, un acuerdo considerado histórico dada la significativa subida del 8% experimentada en 2023.
Desvinculación de la patronal y consideraciones técnicas
A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Trabajo por obtener el respaldo de la patronal, representada por CEOE y Cepyme, estas finalmente se desvincularon del acuerdo al no prosperar sus propuestas de un aumento entre el 3% y el 4%.
Trabajo no aceptó la indexación del SMI a los contratos públicos ni bonificaciones para el sector agrícola propuestas por la patronal.
Retroactividad y proceso de aprobación
El real decreto que respalda esta subida deberá seguir trámites formales de consultas y audiencias públicas.
Se espera que este proceso no retrase la aprobación, y el secretario de estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha expresado la intención de acelerar los trámites para implementar el aumento lo antes posible.
Opiniones divergentes y perspectivas de futuro
A pesar de las críticas de la patronal sobre la «arbitrariedad» en la decisión, el Gobierno sostiene que el aumento del 5% beneficiará significativamente a un tercio de mujeres y jóvenes, alineándose con su compromiso de alcanzar el 60% del salario medio como renta mínima.
En el contexto político actual, esta subida se suma a un incremento acumulado del 54% desde que el Gobierno de coalición asumió el poder, con el objetivo a largo plazo de garantizar que la renta mínima equivalga al 60% del salario medio, un camino que aún genera debate entre sindicatos y el Gobierno.
Este acuerdo representa un paso más hacia la mejora de las condiciones laborales y la reducción de la brecha salarial, consolidando un compromiso claro hacia un país más próspero y equitativo.