Descubre las infracciones tributarias más frecuentes que llevan a trabajadores autónomos y empresas a enfrentarse a las temidas multas de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT).
En el complejo panorama fiscal español, las multas de la Agencia Tributaria se erigen como una espada de Damocles sobre trabajadores autónomos y empresas.
La Agencia realiza una vigilancia minuciosa en busca de infracciones relacionadas con impuestos, movimientos de efectivo y trámites fiscales incumplidos.
Sorprendentemente, existen 12 multas que, por desconocimiento, afectan comúnmente a los contribuyentes, según el blog fiscal de Viola Pérez.
Las claves de las infracciones tributarias y tipos de multas
Las infracciones tributarias se materializan cuando los contribuyentes no cumplen con sus obligaciones fiscales.
Para comprender mejor estas sanciones, es fundamental conocer los tres tipos de multas establecidos por la Agencia Tributaria para todos los contribuyentes:
- Multas tributarias leves: Hasta 3.000 euros, representando el 50% de la cantidad no declarada.
- Multas tributarias graves: Más de 3.000 euros sin intención de ocultar, equivalente al 100% de la cantidad no declarada.
- Multas tributarias muy graves: Corresponden al 150% de la cantidad no declarada. Se consideran delitos fiscales si superan los 120.000 euros y están vinculadas a ocultar información fiscal intencionalmente.
Las multas más comunes desconocidas por los contribuyentes
Viola Pérez, expertos fiscalistas, identifican las 12 multas más frecuentes de la Agencia Tributaria, dirigidas principalmente a trabajadores autónomos y empresas.
Estas infracciones, muchas de las cuales podrían evitarse con adecuada información, incluyen:
- No realizar la declaración trimestral del IVA y del IRPF o hacerla con retraso.
- No liquidar una deuda con Hacienda.
- No cumplir con la Declaración de la Renta en plazo o hacerlo con retraso.
- Solicitar o recibir devoluciones indebidas.
- No llevar un libro de registros aceptado por la Administración.
- No emitir facturas, es decir, cobrar en negro.
- Utilizar a un tercero como testaferro.
- Ocultar o declarar incorrectamente los ingresos.
- Eliminar el IVA intracomunitario de una factura con un socio europeo no registrado en el ROI.
- Identificar incorrectamente las facturas.
- No indicar el domicilio fiscal real.
- Falsificar o declarar incorrectamente los gastos de la empresa.
Consecuencias y prescripción de las multas
Es crucial destacar que estas multas pueden alcanzar cifras significativas, sumando miles de euros para los infractores.
Además, las sanciones prescriben a los cuatro años, a menos que se reciba una notificación de la Agencia Tributaria en ese período.
Es decir, si el infractor no recibe notificación, la deuda persistirá, sujeta a reclamación por parte de Hacienda.
En conclusión, la comprensión de estas 12 multas comunes y la correcta gestión de las obligaciones fiscales se vuelven imperativas para evitar sanciones económicas sustanciales.
La información y el cumplimiento son las mejores herramientas para sortear el laberinto tributario y mantener las finanzas en orden.